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miércoles, 3 de junio de 2015

El origen de las librerías en Quito

Los lugares donde se vendían los periódicos, fueron la antesala de las modernas librerías y farmacias. Estos negocios fueron los primeros proveedores de libros, lo señala el investigador Fernando Jurado, quien sostiene: “en 1833 el periódico ‘El quiteño libre’, se vendía en la botica del Dr. Manuel Ontaneda. Antes que él, Eugenio Espejo distribuía sus Primicias de casa en casa, así como sus mordaces anónimos”. Prosigue Jurado que cuando cayó Juan José Flores, las ganas de leer periódicos se motivaron. A los personajes que rondaban por estas pulperías coloniales, el investigador los denomina como los "pre-libreros".

De esta manera la actual calle Chile, entre San Agustín y la Plaza Grande (calle García Moreno), se constituyó en el nido de los periodiqueros y primeros libreros de Quito. Pero fue un ibarreño radicado en la capital desde 1868, Mario de la Torre, quien es considerado como el primer librero oficial. Su casa estuvo ubicada en la Loma Chica y su librería se aposentó en la calle Chile, entre Guayaquil y Venezuela. Más adelante, el negocio de Roberto Cruz apareció por 1902 en el Palacio Arzobispal. Este quiteño, fue profesor y director de la Escuela Sucre, teniendo a su haber varias publicaciones de textos escolares, obras que fueron editadas en su librería. Luego aparecieron Librería Americana, la tienda del “Mapa-pelotas”, un personaje típico de inicios del siglo XX, cuyo nombre fue Antonio Rivadeneira y cuyo almacén situado en la García Moreno, entre Mejía y Olmedo, “no consistía tanto en vender libros como en alquilarlos”. Se sabe que el ‘Mapa-pelotas’ comercializaba los textos de los Hermanos Cristianos.

La Librería de Máximo Terán entre 1876-1877, fue la primera en vender las obras de Juan Montalvo. El “Taita pendejadas” (Eliecer Sandoval) es otro de los personajes del mundo librero, alegremente recordado por quienes a principios de siglo, “buscaban afanosamente alguna ‘pendejada’, algún fierro viejo, una aguja o un dedal. Y, por supuesto, algún libro o revista añosos”. Quienes recuerdan al “señor Sandoval”, cuentan que su famosa librería estuvo ubicada en la calle Venezuela y Rocafuerte, en los tiempos en que aún no existían las tiendas. Las estanterías, de cuatro metros de alto, siempre estaban llenas de hermosas obras ecuatorianas y libros raros.

Aparecen también en ese tiempo, la Librería Católica en los bajos del Palacio Arzobispal, luego la Librería Sucre, considerada una de las más relevantes de la ciudad. Esta librería administrada por Bonifacio Muñoz y su hermano Leonardo, estuvo ubicada en la covacha Nº 10 del Palacio de Gobierno. Su aparecimiento fue un suceso para el mundo intelectual, pues Bonifacio Muñoz, recién llegado de Europa y luego de haber trabajado en varias librerías del viejo continente, abría la librería con material de importantes casas editoras como: Saturnino Calleja, Sopena, Araluce, Jorro vda. de Torcuato Tasso, Hachette vda. de Bouret, Bailly Baliere, Mac-Millan, Granada, Montaner, entre otras. Muñoz trabajó hasta 1912 en tres covachas del Palacio de Gobierno, al siguiente año ocuparía un amplio y lujoso lugar del entonces Pasaje Royal, frente a la antigua Universidad Central. Luego los hermanos Muñoz, establecieron en su local una sección de “Libros de Alquiler”.

Fuentes: Edgar Freire. ¡Esas viejas librerías de Quito! 1993.
              Archivo Metropolitano de Historia

martes, 26 de mayo de 2015

Las canciones más emblemáticas de Quito (Primera Entrega)

Hay canciones con aromas. ¿No me cree?

Haga la prueba. Recuerde por ejemplo la siguiente canción y cierre los ojos: "Yo soy el chullita quiteño, la vida me paso encantado..."
¿No llegaron a su cabeza el aroma a canelazo, a volador y a lo lejos a alguna molleja asadita al carbón?

Así mismo funciona, y mucho más cuando las canciones se vuelven emblema y símbolo de una ciudad. Quito tiene muchas, acá le presentamos algunas. Y en este viaje musical aproveche y sienta aromas, restaure esas fotos mentales que se andan opacando en su memoria.

El Chullita Quiteño - Autor: Alfredo Carpio Flores


Lindo Quito de mi Vida - Autor: Custodio Sánchez


 Romántico Quito Mío - Autor: César Baquero

lunes, 13 de febrero de 2012

Las delicias de Confitería Colonial


En pleno centro de Quito, a pocos metros al norte del Teatro Sucre, siguiendo por la calle Guayaquil antes de llegar a la Esmeraldas, puedes encontrar las delicias de Confitería Colonial.
Este lugar, que parece simplemente una tienda, ofrece variedad de abarrotes y dulces tradicionales como: colaciones, higos confitados, turrones, etc. Pero lo característico de la confitería es su especialidad en sánduches y los helados.
Entre los sánduches, los clientes prefieren los de jamón, pernil y mixtos; que a más de ser grandes, son baratos: entre 1.50 a 2.50 dólares. Pero, ¡qué decir de los postres fríos! Quien va a comprar un cigarrillo, un snack o cualquier producto, cae en la tentación de tomarse un helado. Y cómo no hacerlo, si se ven deliciosos. Los helados de frutas tipo hielo cuestan 25 ctvs., los de máquina en cono 50 ctvs.; y el de vaso, tipo sundae, con grageas, marmoleado de mora y una galleta, que es el más pedido por los clientes, tan sólo por un dólar.
El local es pequeño, cuenta con un par de mesas; pese a ello, la atención y limpieza son muy buenas. Los clientes van más a la confitería para comprar al paso.
Ya saben que si están de visita por el centro histórico, no pueden perderse de los dulces, sánduches o helados de la Confitería Colonial, que ya forma parte de las tradiciones quiteñas.
Por: Diana Serrano

lunes, 23 de enero de 2012

Los morochos de San Bartolo


Un buen vaso de morocho y una empanada grande pegan bien al caer la tarde. No importa si hace frío o el clima es templado, porque en este local no hay excusas para disfrutar lo que quieres: morocho caliente o tibio, o empanada con o sin queso, todo a tu gusto. Estas delicias las puedes encontrar en una buena cantidad y con el toque del sabor que sólo su propietaria Marujita sabe ponerlo.
Desde las 17:00, decenas de clientes acuden a “Picantería Marujita”,  ubicada en la calle Pungalá y la Av. Maldonado, en el barrio San Bartolo.
Para los comensales del barrio es una tradición y para los foráneos es una escapadita que se pueden dar por el lugar; eso sí, siempre antes de las 20:00 porque más tarde tal vez no  encuentren morocho y empanadas; pero si lo desean pueden aprovechar por comer otra especialidad del lugar: pescado frito. Marujita comenta que se le ocurrió esta idea cuando las personas llegaban y después del morocho también querían comer otras cosas. Desde que empezó a vender el pescado con arroz y papas fritas tuvo buena acogida, por lo cual siempre lo sugiere a los nuevos clientes.
El precio del morocho es 60 centavos, las empanadas 50, los pescados cuestan de acuerdo a su tamaño y van desde 3,50 USD. ¡Qué maravilla, poder comer todas estas delicias con menos de 5 dólares! No olvides que si vives por el sur o estás de paso, tienes que visitar esta picantería.
Escrito por: Diana Serrano

miércoles, 10 de agosto de 2011

Estas son las 7 maravillas de Quito

Las 7 Maravillas de Quito se integrarán a una lista de Tesoros del Patrimonio Material del Mundo y serán promocionadas internacionalmente en medios de difusión de alto nivel. 

Estación de Ferrocarril de Chimbacalle
La construcción del ferrocarril en Ecuador inició en 1899, durante el gobierno del General Eloy Alfaro. El 25 de junio de 1908, todos los quiteños jubilosos, esperaban con arcos de palmas y laureles su llegada hasta la famosa Estación de Chimbacalle.

Su construcción cumplió el sueño de muchos unir el puerto de Guayaquil con la capital ecuatoriana, enlazar la sierra y la costa, trazando con ello una idea de país grande y desarrollado. Con el ir y venir de viajeros, mercaderes, y novedades hasta la estación de Chimbacalle, su entorno se convirtió en el eje económico de Quito, un lugar de algarabía y hospitalidad.

En los alrededores de la Estación, se levantaron grandes fábricas, hoteles y oficinas.

Iglesia de la Compañía de Jesús
Es considerada el ejemplo más representativo del Quito Colonial. Forma parte del conjunto arquitectónico monumental Jesuita, que constituye un emporio de fe, arte e historia de la ciudad. Fue construida por los jesuitas a partir de 1605. Durante 160 años se edificó y fue decorada con magnificas obras de arte, muestra de ello son los 16 cuadros de los profetas, serie pictórica atribuida a Nicolás Javier Goríbar, artista ecuatoriano del siglo XVIII.

El dorado retablo mayor es atribuido a Bernardo de Legarda, el púlpito primitivo y retablos de los transeptos atribuidos a Marcos Guerra y el famoso cuadro del Infierno realizado en 1620 por Hernando de la Cruz.
Dos años después de su terminación, los Jesuitas fueron expulsados del país por el edicto de extrañamiento decretado por el rey de España Carlos III en 1767. En 1794 la Compañía de Jesús fue confiada a los frailes Camilos y en 1862 el presidente Gabriel García Moreno devolvió a los Jesuitas la iglesia y parte del conjunto arquitectónico monumental que se aprecia hoy en día.


Convento de San Francisco

Alberga la iglesia y monasterio más antiguos de Quito. Su construcción inició en 1534, solo a pocas semanas de la fundación de Quito, y se terminó 70 años después. El complejo fue fundado por el franciscano Fray Jodoco Ricke.

El imponente edificio ostenta el privilegio de ser el conjunto arquitectónico de mayor dimensión dentro de los centros históricos del continente americano, conocido como "el Escorial del Nuevo Mundo."

En el altar mayor de San Francisco, dominado por un gran retablo barroco y cubierto de pan de oro, destacan las esculturas de la "Virgen de Quito" de Legarda y de "Jesús del Gran Poder" del Padre Carlos; ambos destacados miembros de la reconocida Escuela Quiteña de arte. El atrio de la iglesia fue construido por Francisco Cantuña, personaje de leyenda, la cual sostiene que se realizó un pacto con el diablo, entregándole su alma a cambio de terminar la iglesia en mención.


Basílica del Voto Nacional
También llamada “De la Consagración de Jesús”, o “Basílica de San Juan” en virtud del sector donde se ubica. Es un edificio religioso católico de estilo neogótico localizado en la cabecera norte del Centro Histórico de Quito. Los trabajos de construcción del imponente monumento, se iniciaron en el año 1892 durante la presidencia de Antonio Flores Jijón. Su construcción duró más de 100 años.

Su enorme tamaño, 117 metros de altura, su estilo y arquitectura, hacen que sea la única de su tipo en el país. La ubicación, en la parte alta de la loma de San Juan, permite verla desde cualquier lugar de Quito. Al finalizar los trabajos en el año 1998, con la presencia del presidente León Febres Cordero, se realizó la solemne ceremonia de inauguración.







Santuario de la Virgen de El Quinche
La parroquia de El Quinche es reconocida por la peregrinación mariana que, convoca  año a año a la adoración a la Virgen del Quinche, obra traída desde Oyacachi el 10 de marzo de 1604. Constituye uno de los santuarios más visitados por los feligreses y romeriantes en el Ecuador.

El Santuario, pese a estar situado en una zona de alto riesgo sísmico, se mantiene plenamente conservado. Fue construido entre los años 1913 y 1924 y la Virgen del Quinche fue declarada por el Cabildo de Quito Patrona y protectora de la ciudad.


Plaza Grande



También conocida como Plaza Grande es una plaza histórica de la ciudad de Quito, ubicada en el corazón del casco antiguo de la ciudad.
La ciudad fue trazada alrededor de ella y en su entorno se instalan los principales poderes del Estado. Su característica principal es el monumento dedicado a los próceres de la independencia del 10 de agosto de 1809. Actualmente se desarrolla como un punto de encuentro y recreación para ciudadanos y turistas que visitan el casco histórico de Quito.
Virgen de El Panecillo
Esta elevación natural, cuya altura es de 3 000 metros sobre el nivel del mar, fue bautizada así por su parecido con un pequeño pan. Se erige en medio de la ciudad como un mirador natural desde el que cual se aprecia los cuatro puntos cardinales de la ciudad. Se cree que su nombre auténtico es “Shunguloma” que en quichua significa “loma del corazón.”

En la época preincaica se construyó sobre el monte un templo dedicado al culto al dios Sol, llamado Yavirac, el cual fue destruido por Rumiñahui mientras resistía con sus tropas al avance español. En 1976, el artista español Agustín de la Herrán Matorras realizó en aluminio el monumento a la Virgen María que se encuentra en la cúspide del cerro. Está compuesto por siete mil piezas y es considerado como la mayor representación en aluminio del mundo. La obra, es una réplica de la escultura de treinta centímetros realizada en el siglo XVIII por el escultor quiteño Bernardo de Legarda, que reposa en el convento barroco de la Iglesia de San Francisco.



Fotos: www.7maravillasdequito.com

viernes, 5 de agosto de 2011

Antiguo Hospital Militar


El nuevo Centro de Arte Contemporáneo El Bicentenario abrió sus puertas en agosto de 2008. Funciona en el antiguo Hospital Militar, en el barrio San Juan, recinto que ha sido bellamente renovado para erigirse en el hogar del arte contemporáneo de la ciudad. Los primeros 14 meses de su funcionamiento han sido dedicados a exponer muestras sobre La Revolución Quiteña, cuyo bicentenario se celebró en la ciudad en agosto de este año.


Dentro de esta temática son varias las muestras que se exhiben en el museo (las mismas que se detallan a continuación) y a las que se tiene acceso con un solo ticket.

Información

Atención: de Martes a Domingo, de 09h00 a 16h30.
Dirección: Calle Luis Dávila y Venezuela, Barrio de San Juan (Tras del Instituto Nacional Mejía).
Ingreso al Edificio: GRATUITO

Costos de entradas para la Muestra “La Revolución Quiteña: 10 de Agosto de 1809”:
USD2.00 ADULTOS Nacionales y extranjeros USD 2.00.
USD1.00 ESTUDIANTES A partir de los 13 años (Presentación de carné estudiantil)
USD0.50 ESPECIALES Niños hasta 12 años. Personas de la tercera edad. Personas con capacidades especiales.

Fuente: 7 maravillas de Quito

martes, 7 de junio de 2011

La Escuela Quiteña sigue viva!

Las manifestaciones artísticas en Quito, sobre todo durante la época colonial, se caracterizaron por el sincretismo cultural del arte europeo con las expresiones aborígenes. 

La Escuela Quiteña, como se denominó al movimiento, tuvo su talante en todo el continente y reconocimiento de las colecciones de arte español y europeo. Sus trazos, esculturas, representaciones y materiales caracterizaron a los artesanos, muchos de ellos de renombre internacional, su arte incluso es parte de las exhibiciones en museos del Ecuador y otros países del mundo.

Las obras son parte del patrimonio material que contribuyó para que Quito fuera considerada Patrimonio Cultural de la Humanidad, a pesar de que gran parte de las obras se deterioraron o se perdieron.

A raíz de la creación del Fondo de Salvamento (FONSAL) empezó el trabajo de reconstrucción de edificaciones, también de piezas de arte que tienen un valor incalculable.

¿Todavía se practica el arte con la característica de la Escuela Quiteña o sus representaciones quedaron cómo piezas de museo?

En el Centro Histórico, entre las calles Montúfar y Pereira, se levantó la Escuela taller Quito Nº1, que es parte de las dos escuelas con este sistema educativo que tiene la ciudad.



La edificación alberga a alrededor de 200 jóvenes de escasos recursos económicos y son instruidos en diferentes áreas como carpintería, mecánica, bordado, ebanistería, tallado y pintura, todos con tendencia a lo artístico, la creatividad y a representar lo que significó la Escuela Quiteña.

En sus 3000 mil metros cuadrados de construcción se alberga la esperanza de cientos de estudiantes que desean encontrar un oficio y un trabajo, y para los visitantes la impresión de que el arte característico de Quito sigue en vigencia.

Según Vinicio Pazmiño, artesano y profesor de tallado, la Escuela Quiteña siempre ha estado vigente, incluso dice que del país se llevan retablos y obras a otros países. Estilo que es aprendido por los estudiantes.

Incluso están en un proyecto de restauración de retablos que vienen de las iglesias, pinturas que han sido donadas y representaciones de obras que tienen su historia.

En una de las salas de exhibición están las obras de los estudiantes, trabajos de arte que asemejan las obras de la colonia (1553 a 1824). Una de las que más llama la atención es una réplica del Altar de la Sagrada Familia, de tres metros de alto con una similitud casi exacta. Lo mismo pasa con pinturas y otras obras.

Sin embargo, los trabajos de los estudiantes tienen poca apertura y se ubican sólo para exhibición, además, gran parte del talento con el que cuentan los chicos no se aprovecha al máximo pues la inversión que se necesita para adquirir material.


Escrito por: Christian Yaguana

lunes, 23 de mayo de 2011

La Circasiana, la primera mansión de Quito.

Quito guarda entre sus tesoros invaluables joyas arquitectónicas de una belleza magnífica. Claro ejemplo es la Circasiana, edificación que se levanta en el sector norte de la capital, específicamente en la Av. 10 de Agosto y Colón. Muchos habrán pasado por allí innumerables ocasiones sin conocer al detalle lo que significa esta casa en la historia de Quito.

La Circasiana es la primera mansión neoclásica de la ciudad, cuya construcción inició por orden de don Manuel Jijón y Larrea a finales del siglo XIX.

¿Por qué se llama “La Circasiana? Esto se debe a la afinidad y gusto que tenía la esposa de Jijón y Larrea por la región de “Circasia” (región histórica del Cáucaso) de dónde se decía provenían las mujeres más bellas del mundo y cuya belleza era comparable con la del Palacio.

Aquí les dejo un video que realice en Multimedios 106 sobre este hermoso lugar.


Datos Curiosos:

La gigantesca puerta de piedra que se ubica en el Parque El Ejido frente a la Av. Amazonas, correspondía al ingreso de “La Circasiana”, esta fue donada por la familia Jijón Caamaño al Municipio de Quito.

El palacio entero fue donado al Municipio de Quito en el año de 1998.

Los terrenos donde se asienta “La Circasiana” pertenecían a la comunidad indígena de Santa Clara de San Millán.

Las esculturas de caballos en el jardín principal de "La Circasiana" son obra del artista, nacido en Bucay, Gonzalo Endara Crow.

jueves, 28 de abril de 2011

El Chulla Quiteño

El chulla quiteño no es sino el personaje máximo del Quito de antaño. No es alguien en particular, más bien diría yo que es una característica e incluso “fue” una forma de vida.
www.ambato.com

El chulla era un ser conocedor de la vida política, social y bohemia de la ciudad. Conversador, cuenta-cachos, pero más que nada era un hombre feliz. Sin embargo se habría ganado una mala fama en ciertos sectores del país de ser un individuo poco confiable, mentiroso y tramposo, cosa que se mantiene hasta el día de hoy especialmente por la novela "El Chulla Romero y Flores" de Jorge Icaza, una representación del personaje pero al cual, según mi opinión, le falto mostrar el lado positivo de los chullas.

Aquí una clasificación de Chullas que extraje del Diario Hoy, un documento escrito por Silvia Mejía:

Había chullas y chullas...

La tipología más general que se puede hacer de los chullas
quiteños los divide en dos grupos: los aristócratas venidos a
menos y los que provenían de un estrato netamente medio.

Sin embargo, de acuerdo con particulares características de
los chullas, es posible elaborar una clasificación mucho más
amplia, como la que hace Fernando Jurado en su libro "El
chulla quiteño".

Para Jurado hay el chulla de oficio, ser de gran sensibilidad
que vivía su tragedia personal con gran altura y dignidad,
como el Sordo Piedra, el Terrible Martínez o el Trompudo
Miranda.

Y el chulla propiamente dicho, hombre de 14 oficios y 80
necesidades.

También hubo -según Jurado- el chulla intelectual, como los
escritores y poetas Carlos y Raúl Andrade Moscoso, Jorge
Carrera Andrade y Gerardo Falconí Rodríguez.

Y el chulla jurista, cuyo exponente más característico fue
Arcesio Domínguez, quien tenía el don de solucionar los
conflictos con argumentos por demás inteligentes e
inesperados.

Además estaban: el chulla músico, que no solo era bohemio y
donairoso, sino que también cantaba como los dioses: Gonzalo
de Sucre Gangotena, Fernando Freire Albuja...; el chulla
artista, que ligaba su vivencia bohemia de chulla con el arte
plástico y pictórico: Eduardo Kingman, Alberto Coloma Silva,
José Enrique Guerrero.....; el chulla en el arte escénico, que
sobresalía por su don histriónico y su enorme capacidad de
imitación: Ernesto Albán Mosquera, Eduardo Albornoz y, sobre
todo, el Terrible Martínez.

Jurado encuentra también el chulla futre, que provenía de las
clases altas y se reunía con sus homólogos de la plaza Grande
y la plaza del Teatro, huyendo del hogar: Alberto Larrea,
Bolívar Terán, Galo Plaza..., y el chulla presidente: Federico
Páez, Alberto Enríquez y Galo Plaza. Finalmente está el chulla
por ósmosis, que no tenía ninguna de las habilidades
características del chulla pero siempre lo estaba secundando:
el Talcahuano Manjarrés, Humberto Viteri, Mario Espinoza...

Y bueno a la final solo queda recordarlo como un ser histórico, existió y aunque muchos quisiéramos yo al menos dudo mucho que vuelva...

viernes, 22 de abril de 2011

Procesión Jesús del Gran Poder (Viernes Santo)

Amigos, les comparto un programa que hice en Canal Uno con respecto al Viernes Santo y la procesión de Jesús del Gran Poder, espero que les guste, fue hecho hace 5 años.




lunes, 18 de abril de 2011

Fanesca Quiteña

Sin duda la Fanesca es uno de los platos más deliciosos de la tradición ecuatoriana, aquí les comparto un video que realicé en Multimedios 106 a propósito de la Semana Santa.

Un plato que para muchos debería preparase más de una vez al año. Buen provecho!